LOS ROLLETES DE VINO DE LITA

La verdad es que mi madre (Lita, como la llaman sus nietos), no cocina mucho. Pero tiene la paciencia de hacer algunas cosas que le salen realmente buenas. Una de ellas son estos rolletes de vino blanco. 

Sus rolletes son famosos. Se lleva a todos sitios, a cada acontecimiento, viaje o reunión, su bandejica de rollos para invitar a todos. 

Además los hace con asombrosa facilidad y tan pequeñitos que da gusto empezar y no parar... son como las pipas!! 

Pues este año, me he sentado a su lado y hemos hecho una tasa entera para invitar a los de la #NavidadtuiteraAb de este año, y de paso poneros a todos la receta y compartir su secreto. Aunque os advierto, que el punto que les da ella para que se deshagan en la boca, es difícil de conseguir y lo bonicos y pequeños que le salen a ella, por más que hice yo, no me salían igual. 

INGREDIENTES (para una tasa):

Ralladura de un limón

1 vaso de vino blanco (250 ml)

2 vasos de aceite de girasol 

1 sobre de gaseosa de papelillos

Más o menos 750-800 gs de harina de repostería.

Azúcar para rebozar (150 g)

ELABORACIÓN; 

Se ralla el limón (ya sabéis, sin llegar a la parte blanca) y se echa el vino y el aceite. Poco a poco vamos echando la harina y las dos partes de la gaseosa de papelillos. 

Ella me insistía mucho en que la medida de la harina te la dice la masa, porque dice que ni todos los aceites ni todas las harinas son iguales, y que a lo mejor unas veces admite mas harina que otras. Pero yo me limité a  pesar la que ella utilizó para esta tasa, y esa es la medida que os he indicado. 

La masa hay que trabajarla, pero no una barbaridad. Que estén bien integrados todos los ingredientes y que quede una masa trabajable y para nada dura. 

Se van cogiendo trocitos, y frotando entre las dos manos hasta conseguir una tira, que uniremos para cerrar la rosquilla. Eso si, me insiste que no le deje picos, porque se queman en el horno. 

Se colocan en la bandeja (no es necesario ni poner papel ni aceite ni nada, porque esta masa es bastante aceitosa y no se pegan) y se meten a horno precalentado a 170º durante una media hora o 40 minutos. En su horno, ella pone primero la bandeja en la parte de abajo (aunque solo utiliza aire en el horno) y la deja. Mientras prepara otra bandeja y cuando mete la segunda, la primera la sube un poco. Cuando saca ésta, sube de nuevo la otra y mete otra abajo. Y así sucesivamente. 

Por último, una vez que se templan un poco, los vamos pasando por azúcar, sólo la parte de arriba. Y se van colocando en bandejas, cestas o donde queramos servirlos. 

Ya sabéis, no sólo sirven en Navidad... Cualquier ocasión es buena para hacer una tasa e invitar!!!